Los productos financieros son vehículos utilizados para canalizar el ahorro hacia la inversión, a cambio de una rentabilidad, y en función de un riesgo. Dicho así parece sencillo, pero cada producto tiene unas características que son necesarias analizar y ver si son adecuadas a nuestro perfil inversor.
En este sentido, parece ser que las empresas ávidas de recursos con los que poder seguir adelante con sus procesos de expansión, de diversificación, etc. requieren de instrumentos adecuados por parte del sector financiero para llevar a cabo estos proyectos. Todo ello teniendo en cuenta una exigencia mayor de garantías sobre la viabilidad y recuperación de los importes debido a la escasez de los recursos y el coste de los mismos.
Las empresas deben analizar sus estructuras de costes para poder llevar a cabo un seguimiento y control de los mismos que permita plasmar las necesidades de forma más fidedigna en los presupuestos anuales pero, además, hay que realizar un seguimiento de la tesorería para no solicitar más de lo necesario o quedarse corto, lo que elevaría los costes financieros. Estas técnicas y herramientas se explican desde un punto de vista práctico en el Programa Superior de Planificación, Control y Tesorería de la FEBF. El control de gestión se ha convertido en línea básica en el día a día de las compañías.
Por otra parte, y en el lado de los inversores, los intermediarios financieros están haciendo un gran esfuerzo en la creación de instrumentos con los que captar fondos y poderlos destinar a las pymes de manera que afecte a la economía real. Pero teniendo en cuenta todo lo acontecido en el sector, se apuesta por una mayor transparencia en la comercialización de productos a los inversores minoristas, explicándoles las características propias de los productos, riesgos y rentabilidades que le aportarán. Por este motivo, en la formación del personal bancario debe primar el conocimiento técnico, teórico y práctico, del funcionamiento y estructura de la amplia gama de productos que existen en el mercado para captar esos pequeños ahorros y diversificar la cartera de los clientes. Estos temas son objeto de estudio en el Máster Propio Bursátil y Financiero impartido en la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros.
Todo ello, nos lleva a la especialización, ventaja competitiva fundamental en cualquier sector. Saber exactamente qué hacer, cuándo y cómo, puede suponer el éxito o fracaso de una operación, ya sea de inversión o financiación.
La existencia de operadores especializados en el análisis, comercialización y utilidad de los diferentes instrumentos financieros junto a la transparencia y confianza, permitirán flujos monetarios desde la inversión a la financiación y viceversa. Tiene que existir una asignación eficiente de los recursos, sin olvidar que la ausencia de circulación de los mismos no generará utilidad para ninguna contraparte, además de entorpecer el crecimiento de la economía.