Logo FEBF
Logo FEBF

Cómo tener un buen plan

El mapa estratégico empresarial de la economía española está formado en su gran mayoría por Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), que conforman aproximadamente un porcentaje del 90%. Este tipo de empresas generan un nivel de riqueza y empleo elevado y necesario en cualquier economía nacional.

Por ello, se está intentando potenciar la creación de nuevas sociedades, tanto desde un punto de vista económico: a través de ayudas, subvenciones y préstamos a tipos preferentes, como jurídico: facilitando la constitución de nuevas formas societarias, como es el caso de la La Sociedad Limitada Nueva Empresa (SLNE), que gracias a sus características va a solucionar de forma ágil y rápida los problemas que tenían los jóvenes emprendedores para crear empresas.

Sin embargo, por sus características estas sociedades tienen problemas de supervivencia, provocados en ocasiones por dificultades de acceso a financiación, durante todas las etapas de su ciclo de vida. A la hora de crear una nueva sociedad o plantearse un crecimiento sostenido a lo largo del tiempo, es necesario tener unos objetivos claros y unas líneas de actuación precisas que garanticen el buen fin y consecución de los objetivos planteados.

Todo ello, se puede plasmar a través de un Buen Plan, es decir, un “Plan de Empresa”, “Plan de Viabilidad” o “Business Plan”. Todas estas formas diferentes de denominar un mismo instrumento, útil y necesario para cualquier empresa y en cualquier proceso de toma de decisiones.

El Plan de Viabilidad es un documento donde se recoge todo tipo de información de una empresa referida a cualquier proceso de creación, crecimiento o mejora. En él, se refleja y desarrolla, toda la concepción del negocio, todas las informaciones y reflexiones relevantes y necesarias para la ejecución del proyecto.

Sirve por tanto, de Guía a la hora de acometer cualquier proyecto de inversión. Su principal objetivo es precisamente, el de analizar y determinar si es viable y rentable, el citado proyecto. Para ello es necesario analizar:

* Viabilidad Funcional: Capacidad de desarrollo del proyecto a nivel técnico, operativo y humano.
* Viabilidad Económica: Capacidad de generar ingresos y cubrir costes, utilizando una política eficiente de gestión de recursos.
* Viabilidad Financiera: Capacidad de captar y gestionar los recursos financieros.

Cualquier Plan de empresa debería cumplir al menos tres funciones:

* Comprobar que el proyecto es Realizable.
* Cohesionar al Grupo Humano que va desarrollar el proyecto, mediante su compromiso, implicación y dedicación.
* Actuar de Currículum Vitae de la empresa o proyecto, a la hora de obtener recursos tanto financieros como humanos.

El contenido y estructuración del Plan debe venir marcado al menos, por estas fases:

1.- Descripción del Proyecto: se explicará de forma general cuál es el proyecto que se va a acometer, cómo se ha generado la idea y cómo va a encajar dentro de nuestra empresa y del entorno. Se hará una definición de citado proyecto donde se recogerá: la actividad que se va a desarrollar, las características, las ventajas competitivas y los riesgos que puedan surgir.
Habrá que realizar un análisis de mercado y de la competencia, elaborando un estudio de los futuros clientes, proveedores y competidores, y analizando los puntos fuertes y débiles de nuestro proyecto y el entorno donde se va a ubicar (se podría reflejar a través de un Análisis DAFO).

2.- Planificación Funcional: donde se detallarán las funciones mínimas de Recursos Humanos, Producción y Aprovisionamientos. Hay que definir cómo y quienes van a llevar a cabo este proyecto dentro de la empresa, cuál va a ser su compromiso e implicación y como se va a desarrollar. Hay que definir las funciones técnicas y operativas para conseguir la eficiencia del proyecto.
Unido a todo esto es básico tener definida una Política de Distribución y Marketing, que marque pautas de diferenciación, cálculos de precios y vías publicitarias.

3.- Plan de inversiones: Hay que saber cuáles van a ser las inversiones mínimas necesarias para poner en marcha el proyecto, al mismo tiempo es importante contemplar los plazos en los cuales se van a ir realizando para poder cumplir la planificación y llevar acabo el objetivo.

4.- Plan de Económico Financiero. Hay que realizar un análisis económico-financiero del proyecto, donde se recogerán Balance de Situación y Cuentas de Resultados iniciales y previsionales a un horizonte temporal de medio o largo plazo, fijar criterios de amortización del inmovilizado, Presupuesto económico, determinación de Cash-flow Operativo, Análisis de ratios, determinación de la tasa de retorno de la inversión y un análisis de sensibilidad, donde se recogerá al menos tres escenarios, uno optimista, uno pesimista y otro normal.

5.- Informe Final de Viabilidad: donde se resumirán las conclusiones de todos los apartados anteriores y se estudiará si nuestro proyecto es viable o no, si la empresa tiene suficiente capacidad para generar fondos y recuperar la inversión y, así cumplir los objetivos que nos hemos fijado, contando con las herramientas suficientes y necesarias para llevarlos a cabo con éxito.

Hay que tener en cuenta que un Plan de empresa es necesario a la hora de acometer cualquier proyecto de inversión, ya que, por un lado, nos va a facilitar una visión global, proporcionando información sobre si nuestro proyecto dadas sus características y el entorno va a ser viable, y por otro, una vez pasada la fase de toma de decisión nos servirá de guía y apoyo a la hora de recorrer el camino de la puesta en marcha o plantearse algún tipo de proceso de reestructuración empresarial. Es por tanto, una herramienta que nos puede servir para anticiparnos a los cambios continuos del mercado a los cuales están sometidas las Pymes.

Además es la carta de presentación de cualquier empresa a la hora de acceder a una fuente de financiación, ya sea la bancaria tradicional o algunas de las fuentes alternativas que en los últimos años están proliferando, como pueden ser las salidas a Bolsa, el Capital Riesgo y la Titulización de Activos, entre otras. Por tanto, “tener un Buen Plan” es útil, importante y necesario.

Suscríbete
a nuestro Boletín

Marcando la casilla Usted consiente el envío de comunicaciones promocionales por parte de FEBF, con la finalidad de informarle sobre actividades, eventos y cursos formativos que organiza la FEBF, a través de correo ordinario y medios electrónicos (SMS y Correo electrónico). De conformidad con lo dispuesto en el artículo 21 de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información, podrá oponerse en cualquier momento a la recepción de las citadas comunicaciones comerciales a través de medios electrónicos, mediante la remisión de un email a tal efecto, a la siguiente dirección de correo electrónico formacion@febf.org