El fútbol genera pasiones, fobias, tirrias, pero también mucho dinero. Es un gran negocio que no para de crecer, y como tal, necesita un control. De hecho, la facturación de las cinco principales ligas europeas (Alemania, España, Francia, Inglaterra e Italia) alcanzó los 11.300 millones de euros en la temporada 2013-2014, según indica la última edición del estudio Annual Review of Football Finance realizado por Deloitte, un 15% más que en la pasada edición. El volumen total del mercado del fútbol europeo también creció hasta alcanzar los 20.000 millones de euros, frente a los 19.900 del año pasado. Por su parte, la Liga española, ha ingresado 1.900 millones de euros, un 3% más que en la pasada edición, lo que supone un incremento de 65 millones de euros atribuidos al Real Madrid y al Atlético de Madrid.
Según un estudio elaborado por KPMG sobre el “Impacto socio-económico del fútbol profesional en España”, la actividad posibilita la creación de 140.000 puestos de trabajo a jornada completa, de los cuales más del 47% se generan de forma directa. Además, en términos recaudatorios, el fútbol profesional produjo unos ingresos fiscales de 2.896M de euros en 2013. Para que estas cifras sigan dando más alegrías a la economía que los goles marcados, se requiere una mayor profesionalización de la gestión de los clubes. De hecho, uno de los retos de las asociaciones deportivas y de las grandes competiciones futbolísticas europeas es, a día de hoy, el control de costes. Según un análisis de Deloitte, por primera vez desde la temporada 2006/07, el ratio costes salariales/ingresos de las ‘cinco grandes’ ligas se situó por debajo en el 70% y, de media, menos de un tercio del aumento de los ingresos en el 2013/14 se destinó a los salarios.
Al igual que la mayoría de las empresas, los clubes no se escapan de las dificultades de la situación socio-económica actual, por lo que es imprescindible realizar un seguimiento sistemático del negocio. El método para llevarlo a cabo es el establecimiento de un buen sistema de control de gestión. En esta línea, dos conceptos son pieza clave: el control del gasto y la liquidez. Para ello, es necesaria la figura del controller y tesorero, como profesionales encargados de evitar que se produzcan desviaciones respecto a los objetivos marcados por la dirección y, si aparecen, analizarlas y proponer medidas para corregirlas. En definitiva, un área de actuación profesional que está siendo demandada por muchas empresas en el difícil entorno en el que nos encontramos. Teniendo en cuenta la situación económica de muchas asociaciones deportivas, tesoreros y controllers deben de ganar fuerza en los clubes, y mediante la optimización en la ejecución de procesos, mejorar la asignación de recursos, así como la correcta toma de decisiones en las actividades operativas y estratégicas. En definitiva, llevar a cabo una gestión más eficaz que vaya más allá de las pasiones. Para ello, será necesaria una mayor profesionalización de las directivas, con formación específica en control económico-financiero, presupuestos, control de gestión, planificación financiera y gestión de tesorería.