Estableciendo el origen

Iniciado ya el nuevo año debemos preguntarnos si todos los miembros de la organización conocen los objetivos fijados para este ejercicio. No estamos hablando de un periodo sobre el que se espere grandes mejoras en cuanto a situación macroeconómica, pero como ya dijera el filósofo Séneca “En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto”. Por tanto, predecir qué ocurrirá en el futuro no es cuestión fácil, si bien establecer qué esperamos de nuestras empresas es un objetivo más acotado y sobre el que podemos actuar.

Muchos son los documentos que se generan al final del ejercicio contable-fiscal para establecer la hoja de ruta para el siguiente, entre ellos el Plan Financiero. Donde se recoge qué queremos alcanzar, cómo se va a operar y de dónde proceden los recursos. Estos datos serán usados y revisados por la dirección, entidades bancarias, administradores concursales, etc.; con el propósito de evaluar la viabilidad económico-financiera de la empresa. ¿Qué aspectos se deben de tener en consideración para su elaboración?

El origen de los datos sobre los que trabajar, serán los estados contables provisionales del periodo en curso. A través del Balance de Situación y la Cuenta de Explotación se conocerá en qué posición patrimonial se encuentra la empresa. Es decir, cómo genera los ingresos, cómo los gasta e invierte. Asimismo, se dispondrá de información sobre la capacidad de generar cash, ya que ingreso contable no es sinónimo de cobro en caja.

Pero esta información a grandes rasgos no resultara muy útil si no se realiza un análisis pormenorizado, en concreto, conocer las necesidades operativas de fondos para lo que se parte del circuito operativo de la empresa y se estudian sus efectos en la estructura financiera de la misma. Determinar el cash-flow previsional permitirá poder continuar la marcha durante el año sin grandes sobresaltos, más si tenemos en cuenta las dificultades para captar fondos externos, bien procedan de entidades financieras, socios actuales o potenciales.

Preparadas las partidas contables para su análisis financiero es necesario evaluar la situación actual de los ratios económico-financieros y enfrentarlos con los correspondientes a la competencia comparable, para conocer nuestra posición en el mercado. Saber en qué múltiplos de apalancamientos nos movemos, capacidad de reacción que se pueda tener, etc. es importante para elaborar el origen de las fuentes de financiación que permitan llevar a cabo las operaciones comerciales e inversoras previstas. El Plan Financiero es un elemento clave en la empresa en las circunstancias actuales y aprender a elaborarlo, analizarlo y seguirlo, es el objetivo del curso que la Fundación ha previsto para el 25 de enero.

Por último, el novelista y ensayista francés André Maurois ya indicó “El horizonte es negro, la tempestad amenaza; trabajemos. Éste es el único remedio para el mal del siglo”. Trasladado a nuestros días, el esfuerzo y el trabajo duro será el camino para superar la situación económica-social actual.

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