La crisis económica está arrastrando a la sociedad, produciéndose cada día miles de destrucciones de puestos de trabajo. España, actualmente tiene una tasa de paro equivalente al 14,8% de la población activa, siendo muy superior a la media de la Unión Europea y de los países integrantes de la OCDE.
En este contexto la formación se presenta como una fortaleza y un valor añadido fundamental en los tiempos que corren.
Los efectos de la crisis económica comportan cambios profundos en el esquema de gestión, que se traduce en un cambio de prioridades, en el que en ocasiones las empresas recortan los recursos destinados a la formación de sus trabajadores. Frente a esta medida, diversos estudios demuestran que los resultados son totalmente contrarios, obteniendo resultados más que positivos en aquellas empresas que apuestan por la formación. Así pues Jorge Palacios, en su libro “Medición del Impacto y la Rentabilidad de la Formación: En busca del ROI de la Formación” muestra cómo los resultados de la inversión que se realiza en formación genera una rentabilidad que supera con creces el gasto, tanto a nivel cualitativo como a nivel económico.
Por otro lado, un importante porcentaje de población activa cualificada se ha visto abocada a una situación de desempleo, en estos tiempos de crisis la formación se presenta como una alternativa para prepararse para las oportunidades que surgirán de los tiempos de bonanza económica.
Como se vió en artículos anteriores en los que se hablaba de los ciclos económicos y bursátiles, que a lo largo de la historia se han ido sucediendo unos a otros, las crisis no son eternas y por lo tanto tras esta época de depresión económica, vendrán otros periodos de recuperación y de bonanza económica. Por ello, la formación no debe verse como un gasto sino como una inversión de futuro.
Hace una década, los Masters y títulos de postgrado parecían la panacea y la solución a todos los contratos basura y las Empresas de Trabajo Temporal, los universitarios más aventajados se decidían por utilizar esta alternativa como complemento y valor añadido a sus carreras universitarias.
En el entorno actual, los cursos de especialización y de posgrado se han convertido casi, en una necesidad. En este sentido existen diferentes motivos por los cuales, en estos momentos de incertidumbre económica la formación para los trabajadores en activo es una gran herramienta para prepararse, especializarse o reciclarse, y ellos por varios motivos.
En primer lugar, actualmente no parece el momento más indicado para cambiar de empleo, sino todo lo contrario, afianzar el puesto de trabajo en la empresa, preparar posibles promociones o bien preparar una salida de la misma cuando empiece el periodo de recuperación, por lo que es un buen momento para formarse y con ello aumentar el nivel de empleabilidad.
Por otro lado, la crisis no va a ser eterna por lo que es importante formarse para poder concurrir a las oportunidades que surgirán en un futuro para potenciar el currículo, ya que la especialización y la cualificación específica se convierten en un rasgo diferencial. En este sentido, el cursar un posgrado supone adquirir nuevas competencias, con el fin de intentar ser mejores que otros y, por ello, tener más oportunidades.
En un mercado como el actual: competitivo, ágil, sofisticado y eficiente, la formación de los recursos humanos es uno de los factores competitivos más importantes, que contribuyen a la consolidación de una economía desarrollada y a un crecimiento sostenible. En un estudio desarrollado por DEP Instituto y Educaweb.com sobre La demanda de másters y postgrados en España 2007-2008, se muestra un claro interés por los encuestados por la realización de cursos de posgrado. Así durante el curso 2007-2008, se efectuaron 383.000 matriculaciones a másters y postgrados, cuya facturación fue de casi 1.500 millones de euros. Además, los próximos años se prevé que la demanda de másters y postgrados pueda crecer un 29,24%.
Ahora bien, dentro del extenso abanico de posibilidades que ofrece el mercado, es importante realizar una buena elección. Por un lado, es importante decidir la orientación profesional, o la especialización según el campo de y en segundo lugar resulta de gran importancia el reconocimiento y enfoque del curso de posgrado elegido y por último el reconocimiento de la escuela de negocios o formación en la que se imparta el curso.
En la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, llevamos casi 20 años formando profesionales, en la que se orienta los planes de estudios a las necesidades de las empresas, es decir, con una orientación eminentemente práctica, de forma que los alumnos puedan y sean capaces de aplicar los conocimientos adquiridos a la práctica profesional. Además se potencian las actividades formativas complementarias además de los programas de larga duración, como seminarios profesionales u otras actividades de interés para el desarrollo del alumno y del profesional. Entre sus actividades que se imparten en esta institución destaca el Master Bursátil y Financiero, es la única actividad formativa de posgrado de la Comunidad Valenciana que ofrece una visión global del sector financiero, convirtiéndose en el único Master en nuestra Comunidad que prepara para la obtención del Nivel Foundation del Titulo CIIA. Asimismo el Master de Asesoría Jurídica de Empresas, ofrece una formación eminentemente práctica en derecho de empresas. Además se imparten otras actividades de menor duración, cursos de especialización, seminarios, así como formación a medida para las empresas
Aquellos profesionales o recién titulados que apuestan por la formación están apostando por su éxito en el futuro. En tiempos de incertidumbre, las empresas deben invertir en formación para formar a sus profesionales ya sin duda que aumenta el rendimiento y la productividad de los trabajadores, el profesional obtiene una diferenciación respecto a sus competidores y los recién titulados deben potencian su currículum vital de cara a su futuro profesional.
