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¿Invertimos?

¿INVERTIMOS?

Todas las tomas de decisión, incluso aquellas más cotidianas, tienen ciertos elementos en común. Habitualmente en este proceso existen, dos partes; por un lado un conjunto de alternativas de inversión y por otro, uno o varios criterios de decisión. La solución del problema consiste en seleccionar aquella alternativa, de entre las disponibles, que mejor armonice el criterio o los criterios establecidos.

A la hora de invertir nuestro dinero, ocurre lo mismo, comenzamos a plantearnos preguntas cómo: ¿dónde invierto?, ¿cuándo?, ¿cuánto?, y realmente no existen respuestas idóneas a estas preguntas. Pero si existen unas pautas a seguir que pueden ayudar a tomar una decisión.

Los principales criterios que se deben tener en cuenta son:

-Rentabilidad o criterios de decisión: Debemos tener en cuenta que cuando invertimos pretendemos obtener, en cualquiera de los casos, la máxima rentabilidad posible junto con el menor riesgo posible. Cosa bastante complicada, ya que existe un binomio rentabilidad –riesgo a tener en cuenta en toda inversión, es decir, a medida que aumenta el riesgo asumido, aumenta la rentabilidad y viceversa.

-Riesgo; entendiendo como riesgo un cierto nivel de incertidumbre sobre el rendimiento de los diversos activos que tenemos entre las alternativas, ya que por muy seguro que sea el activo, el riesgo es algo inevitablemente existente en el mercado.

-Diversificación; una vez hemos analizado el conjunto de alternativas y hemos determinado el riesgo que estamos dispuestos a asumir entra en juego el concepto de diversificación, que consiste básicamente, en distribuir las inversiones entre activos diferentes para intentar minimizar el riesgo total y obtener una rentabilidad media alta de la cartera.

De este concepto de diversificación, surgen los conceptos asociados al riesgo; el riego determinado por el valor de una empresa y el determinado por la situación del mercado.

Podemos poner como ejemplo el caso en el que un inversor deposite todo su dinero en un valor de una única compañía, sin hacer ningún tipo de diversificación, en el caso de que esta empresa quebrase el inversor perdería todo lo invertido. Sin embargo un inversor que tiene su dinero diversificado en varios sectores, tiene menor riesgo ya que su cartera está repartida en activos de diversas compañías y sectores, en este caso estamos hablando de riesgo diversificable.

Es por ello que a la hora de tomar la decisión de invertir, además de tener en cuenta los factores antes citados, hay que añadir que no siempre la diversificación va a ser la fórmula infalible, ya que los activos financieros tienen asociados dos tipos de riesgos: riesgo diversificable, como es el derivado de las circunstancias propias de la empresa y no diversificable, el cual viene determinado por el entorno del mercado.

El diseño de carteras nos ayudará a conseguir un proceso de optimización. Debemos aprender a estimar los rendimientos futuros empleando adecuadamente la información que nos ofrece el mercado y analizar también aquella que nos ha facilitado el mercado en un pasado cercano.

Para ayudarnos con nuestras inversiones es aconsejable ponerse en manos de profesionales, existen analistas o empresas dedicadas a facilitar información financiera y económica a sus clientes. Estos profesionales son las Sociedades Gestoras de Carteras, entidades orientadas a la gestión de patrimonios individuales y constituidos fundamentalmente por valores, son especialistas que estudian los mercados, conocen métodos de medición del riesgo y de estimación de rendimientos futuros.

Si bien el planteamiento del problema es de fácil comprensión, su resolución en la práctica no es en absoluto tan sencilla. Los mercados de capitales nos resultan complejos, su terminología la desconocemos en ocasiones y el factor riego es algo muy presente a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, son inmensas las posibilidades que el mercado de capitales nos ofrece a la hora de invertir nuestro dinero. Existen un sinfín de posibilidades, de niveles de riesgo, en función del perfil de cada inversor, y lo más importante, que nos ofrecen día a día nuevas e innumerables alternativas de inversión y nuevos productos financieros adaptados para cada tipo de inversor.

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