Históricamente, las finanzas se han considerado un modelo depredador con el entorno, y un obstáculo para el mantenimiento del Planeta Tierra. Lo cierto es que las finanzas, si son sostenibles, pueden estabilizar y mejorar el mañana, y tarea de todos es conseguir que lo sean. Tarea de cada uno de nosotros: como ciudadanos, consumidores, e inversores en nuestras decisiones diarias.
El primer obstáculo conceptual de las finanzas sostenibles fueron los vetustos manuales de economía, redactados en una época denominada “la era de la abundancia” aquellos manuales hablaban de modelos económicos basados en dos recursos: mano de obra y capital, sin preocupaciones medioambientales, lo que importaba era producir más, y generar beneficio, al coste que fuera, sin pensar en el mañana. Los recursos eran abundantes y no había ninguna preocupación sobre el legado para nuestros nietos. Y en la economía financiera el coste de uso de los recursos no iba más allá de su capacidad de generación de flujos de caja.
El desarrollo sostenible pivota sobre tres grandes ámbitos: económico, social y medioambiental. Los retos de la sostenibilidad son el cambio climático, el cambio en el uso de la tierra, la pérdida de biodiversidad y el agotamiento de los recursos naturales. La pobreza, el hambre o la falta de cobertura sanitaria muestran como numerosas personas en el mundo están viviendo en condiciones indignantes. El desarrollo sostenible aboga por un futuro en el que todos los ciudadanos dispongan de comida, agua, energía y cobertura sanitaria sin poner en riesgo el futuro del Planeta Tierra.
Ahora mismo nuestro planeta está en transición global hacia una economía baja en carbono y economía circular. Si esta transición se hace a la velocidad correcta, con ajustes en los modelos de producción y consumo, el planeta podrá afrontar sus retos medioambientales de forma adecuada; si por el contrario, la transición se realizara de forma tardía, los daños serían irreparables.
¿Y cómo podemos conseguir un giro verde en las finanzas? Muy sencillo, poniendo el futuro en el punto de mira y asignando mejor los recursos. Las finanzas juegan un papel fundamental en la asignación de recursos y esos recursos pueden orientarse (inversión y crédito) hacia empresas y proyectos sostenibles. Los inversores con orientación de largo plazo pueden influir sobre los gestores de fondos para que elijan proyectos sostenibles en beneficio de todos.
Además de ello, las finanzas sostenibles ofrecen una mejor y más completa parametrización de riesgos, financieros y no financieros.
La Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros está trabajando para conseguir un futuro mejor. Nuestros programas de educación financiera para niños y personas sin recursos ayudan a que la población incorpore buenas prácticas de consumo y fomento del ahorro.
Además de ello, el Master Bursátil y Financiero incluye un modulo de finanzas sostenibles para generar profesionales enfocados en la construcción de un mundo mejor. El segundo trimestre de 2020 ha mostrado como, a pesar de la incertidumbre generada por la pandemia mundial, los inversores han reforzado sus posiciones de inversión en productos sostenibles y de impacto
Y en el mes de julio la Fundación ha organizado su primer curso de verano “Finanzas responsables: construyendo un mundo mejor”, el curso tuvo lugar con gran éxito de asistencia del 13 al 16 y a lo largo del mismo, tuvimos ocasión de conocer y compartir experiencias reales de finanzas sostenibles de la mano de profesionales ATLCapital, Tressis y NAOSam.
Las memorias de sostenibilidad, y el compromiso estratégico con los ODS son prácticas incorporadas por las empresas que buscan un futuro mejor, y en la Fundación hemos aprendido con los testimonios ejemplares de Bankia, Caixa Popular y Global Omnium.
Con ejemplos concretos y casos reales, como por ejemplo el llevado a cabo por Global Omnium para detectar la presencia del Covid19 en aguas residuales, poniendo en práctica, desde la colaboración público-privada con el Ayuntamiento de Valencia una investigación que ha permitido instalar sistema de alerta temprana.
Y es que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible puestos en marcha por la Organización de Naciones Unidas en la Conferencia de Rio de Janeiro en 2012 están al alcance de la mano de cualquier pyme. Global Omnium es una empresa valenciana familiar ejemplar comprometida con el entorno, con 125 años de vida, y otras pymes pueden seguir su estela.
Lo primero es seleccionar, a partir de la planificación estratégica, el mapa de riesgos y el diálogo con todos los stakeholders que ODS son prioritarios para cada empresa; una vez parametrizados hay que alinearlos con la estrategia y asignar grupos de trabajo para trazar actividades concretas que ayuden a su cumplimiento.
Una vez puestos en marcha los equipos habrá que hacer, mejor si es a partir del folio en blanco, un primer informe anual de resultados y con el paso del tiempo analizar sus mejoras progresivas en una Memoria de Sostenibilidad con ADN propio. No es tan difícil, ¿verdad?.
Como en tantos otros aspectos de la vida, resultará clave la profesionalidad, el pragmatismo, la humildad, y el sentido común. El siglo XXI es la era del propósito empresarial. El mejor resultado empresarial es el del compromiso con el entorno, mejorando el legado para nuestros nietos, pero necesitamos la firma de todas las pymes, economías familiares, consumidores e inversores.
En la Fundación estamos convencidos del valor añadido de las finanzas sostenibles, y nuestros posgraduados son diferentes, ya piensan en verde. Las finanzas verdes son ya el presente, y serán el futuro.
sabel Giménez Zuriaga
Directora General
Fundación De Estudios Bursátiles y Financieros.
Publicado en: Valencia Plaza