Teniendo en cuenta las condiciones actuales en las que se desarrolla la actividad empresarial, la globalización de los mercados, las innovaciones tecnológicas, el acortamiento de los ciclos de vida de los productos, hacen que las organizaciones empresariales tengan que afrontar diversos cambios y la gestión de costes es uno de los más importantes, y menos desarrollado en la actualidad.
En los últimos años se han desarrollado muchas técnicas de gestión, Just in Time, fabricación flexible, calidad total, que han sido desarrolladas e implementadas en las empresas, y los sistemas de información contable necesitan evolucionar, para adaptarse a las nuevas tecnologías y aportar la información adecuada a la dirección de la empresa para la toma de decisiones seguras y ágiles para el desarrollo de la misma.
Uno de los métodos de costes utilizado para dar respuesta a esta necesidad de información es el “método de Costes ABC”. El “método de Costes ABC” es una variante de los métodos de costes totales, se fundamente en una distribución en primer lugar de los costes indirectos entre los diversos centros de costes, dentro de cada centro reparte estos costes entre las diferentes actividades que realiza cada uno de ellos, y reparte los costes asignados a estas actividades entre los diversos productos. La filosofía de este método se basa en que las actividades que realiza una empresa son las que originan los costes, son las responsables de que las empresas incurran en los mismos, y por ello es fundamental controlar como evolucionan estas actividades.
El “método de Costes ABC” se desarrolló como una herramienta práctica con la intención de resolver un problema que surgía en la mayoría de empresas, que los sistemas tradicionales de costes no resolvían los problemas planteados en la gestión interna de las mismas. En los sistemas de costes tradicionales, el producto es la base para el cálculo de costes, por lo que para la distribución de los costes indirectos se utilizan variables como número de horas de mano de obra directa, horas máquina o coste de materias primas, mientras que el sistema de Costes ABC se centra en las actividades requeridas para realizar los procesos. Los costes fluyen de actividades a productos, basados en la demanda de actividades que requiere el proceso de producción, por lo que aspectos relacionados con las actividades como horas de preparación, de arranque, etc., son los inductores que se utilizan para distribuir los costes indirectos.
Los inductores de coste son el medio para asignar el coste de los recursos de las actividades, se definen como la medida de la frecuencia e intensidad con que una actividad es requerida por un objeto de coste, y permiten asignar el coste de las actividades a los mismos. El principio fundamental es que los costes de las actividades se asignan a los objetos de coste en función del consumo de actividades que se llevan a cabo.
Hay que analizar las características de la organización para evaluar si la introducción del “método de Costes ABC” es adecuado para la misma, ya que la implantación de este sistema no aporta mejoras en organizaciones empresariales con un peso poco relevante de los costes indirectos, ni tampoco con una gama de productos y una cartera de clientes reducida. Además para su implantación se necesita una transformación en la organización de la empresa, y se deben llevar a cabo inversiones en sistemas tecnológicos para su desarrollo y funcionamiento.
El sistema de costes ABC no es un método para la valoración de inventarios y del coste de ventas, no es un método para calcular el coste de los productos, es una vía para transformar los sistemas de información de la empresa y adecuarlos a la realidad que rodea a la misma. La implantación de este sistema permite por un lado el cálculo más adecuado de los costes de los productos, especialmente para los costes indirectos, poder obtener cuentas de explotación por productos, clientes, zonas, etc., evaluar la rentabilidad de clientes, productos, servicios y relacionar los costes con sus fuentes de origen. También, se facilita la fijación de precios de productos o servicios y la toma de decisiones sobre la introducción de nuevas líneas de productos, y la posibilidad de elaborar procesos de simulación, para realizar análisis de sensibilidad y ver la influencia de la variación de ciertas variables en la rentabilidad y costes asociados a los mismos.
Dado que esta materia es de gran interés, y su estudio es importante para el perfil del tejido empresarial que forma parte de nuestra Comunidad, sirviendo de ventaja competitiva para nuestras organizaciones empresariales de cara a su desarrollo y mejora de la rentabilidad de sus actividades. La Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, con la colaboración académica de Altair, consultora especializada en finanzas corporativas llevará a cabo a partir del próximo día 19 de junio, una actividad formativa relacionada con esta materia, para que los asistentes puedan conocer los principios del “método de Costes ABC”, su sistema de cálculo, los cambios organizativos que se plantean en la organización para su implantación, las ventajas de su introducción y los aspectos que deben tener en cuenta para responder sobre la conveniencia o no de la implantación del mismo.