Llega la Navidad, los turrones, los regalos y los presupuestos, es época entrañable……. y de Presupuestos. Todos los Directores financieros y demás mortales en general, deben elaborar los Presupuestos Anuales para el próximo año.
Del mismo modo que todos, reflexionamos haciendo balance personal, y efectuamos una innumerable lista de deseos para el año venidero, llega la hora de rendir cuentas a nuestros superiores de todo lo gastado e ingresado durante el año. No sólo tenemos que revisar el presupuesto del año anterior, compararlo con lo real y hallar las desviaciones, sino que además, tenemos que ser ocurrentes, rápidos, creativos y realistas para dar una visión futura y acertada del año próximo.
¿Habrá que pedírselo a los reyes? Este año seguiremos haciendo los mismos propósitos que todos los demás, como ir al gimnasio, a inglés, empezar un régimen, no ir a las rebajas, ….. y un largo y falaz sinfín de etcéteras, y además pedirles una calculadora de Euros, por varias razones: primero para saber todo lo que vamos a presupuestar, y segundo para ver si podemos pagar todas las facturas de nuestros propósitos.
El Euro es el primer regalo de Navidad único, para todos los miembros de la Unión Monetaria, por tanto es obvio comentar que nuestros presupuestos deben expresarse en la nueva moneda única. Siempre teniendo en cuenta que nunca llueve a gusto de todos, para algunos es el carbón, que los reyes les han traído por su mal comportamiento.
Después de haber trivializado el tema de los presupuestos, debemos saber que es realmente importante hacer una buena Planificación Presupuestaria y que nos puede determinar el futuro beneficio de nuestra empresa. Otra cuestión muy importante, que a veces se olvida, es la Revisión. Es decir, un presupuesto hay que seguirlo y revisarlo; si no, ¿de qué nos sirve?.
¿Cuáles son, realmente, los objetivos de nuestros Presupuestos?. Nos hemos parado a pensar por qué nuestro jefe, nos hace Planificar, Presupuestar, o en definitiva Organizar?.
Un presupuesto es útil para muchas cosas, nos sirve como Instrumento de Planificación, con esto conseguimos, no sólo concretar y plasmar ideas o proyectos, sino que al fin y al cabo estamos organizándonos e intentando prevenir o proponer alternativas a cualquier opción que pueda aparecer en el futuro.
Es un medio para coordinar e integrar comportamientos futuros, o dicho de otra forma, es importante que todos los departamentos de la empresa, planifiquen y fijen sus políticas a seguir, que se plasmarán en objetivos a realizar, y se integrarán en el Presupuesto General.
Es, a su vez, un vehículo de comunicación y un mecanismo de control, con esto conseguimos información, elemento básico en el funcionamiento de una empresa y que además, nos sirve como vara de medir, para saber si se ha llegado a la consecución de los objetivos marcados previamente, llevándonos, por tanto a elementos de motivación. No sólo para el responsable del departamento en cuestión, sino para todos aquellos que han participado en el diseño de políticas y fijación de objetivos, implicándose y adquiriendo un compromiso para que sea un logro común.
Muchas veces, pueden surgir conflictos de intereses, por la fijación de objetivos demasiado ambiciosos , entre los diferentes departamentos de la empresa, si esto ocurriera hay que intentar llegar a un consenso para cumplir uno de los principios de la presupuestación: la coordinación y poder alcanzar el resto.
Antes de ponernos con las manos en la masa, es conveniente hacer un sondeo sobre la evolución de la economía, sobre como está, nuestra empresa, su posición en el sector y echar un vistazo a sus competidores
El elaborar unos presupuestos eficaces y objetivos, pasa por fomentar la participación e implicación de todos los departamentos de la empresa, con el fin de fijar o establecer una política de actuación común que lleve a la consecución de unos objetivos claros y realistas.
Una vez explicadas las mejores intenciones de nuestros superiores en la elaboración de nuestro presupuesto anual, vamos a intentar saber, cuáles son las partidas o elementos que componen un Presupuesto Anual:
– Presupuesto de Explotación: dentro de éste se incluye todo lo derivado de la propia actividad: ventas, producción, personal o gastos generales.
– Presupuesto Económico: Incluiremos todas aquellas inversiones que tiene pensado acometer la empresa, incluyendo aquellas actividades en las que hay que desinvertir por falta de productividad o rentabilidad.
– Presupuesto Financiero: intentaremos establecer o diseñar las estrategias de financiación necesarias para poder llevar a cabo nuestras inversiones. Incluiremos el presupuesto de tesorería, que debería confeccionarse de forma trimestral para poder realizar la toma de decisiones en las necesidades de tesorería del día a día.
Todo esto se integrará en el Presupuesto Global de la empresa, quedando reflejado por un lado en la Cuenta de Resultados Previsional y por otro en el Balance también Previsional.
Una vez realizado todo esto, y volviendo a las entrañables fechas venideras, conviene recordar, al igual, que los nuevos propósitos que nos marquemos para el futuro año, nuestros presupuestos, deben ser coherentes, ciertos, claros y sobre todo Realizables. No hay que fijarse metas demasiado ambiciosas o engañosas, que a lo único que nos llevan es a una pérdida de poder adquisitivo, en euros, que sí será real.
Una buena planificación, ahora, supondrá una mejor Navidad que viene, y una mayor cantidad de turrón.
Leonor Vargas Escudero
Directora Financiera de FEBF
lvargas@febf.org