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Nuevas caras de la Bolsa

El pasado miércoles 13 de julio, a las 12 horas Corporación Dermoestética se estrenaba en la Bolsa Española con un precio de salida de 9,10 euros. La empresa valenciana dedicada a servicios médico-estéticos, se convertirá, de esta forma, en la primera en estrenarse en el parqué español en lo que va de año.

El culto al cuerpo y la belleza han adquirido en los últimos años en España unos niveles de popularidad ostensibles. Corporación Dermoestética, aprovechando el boom del bisturí en nuestro país ha realizado importantes inversiones a fin de expandir el negocio. El fuerte crecimiento experimentado por la proyección internacional de la entidad, así como su intención de empezar su andadura bursátil, le llevó a recurrir a los fondos de capital riesgo. Entidades como Ged, la griega Global Finance, o Inversiones Valencia Capital Riesgo, durante algunos años han formando parte de accionariado de Corporación Dermoestética.

Uno de los motivos fundamentales según el Presidente de la entidad es su intención de “seguir creciendo y, en Bolsa, las fuentes de financiación son mayores. Quiero diversificación patrimonial, por eso vendo parte de mi accionariado».

Inicialmente, la entidad recurrió a la financiación a través de capital riesgo utilizando la Bolsa como mecanismo en la última fase, de desinversión. Pero lamentablemente no es uno de los métodos de desinversión más habituales en nuestro país. Sin embargo, no es la única empresa española que se lanza al parqué, ya que otras como Barón de Ley, Mecalux, Befesa o Parques Reunidos, lo hicieron con anterioridad.

En el proceso de capital riesgo, la desinversión es uno de los aspectos más relevantes que tiene que tenerse en cuenta con carácter previo a la entrada en el capital de la empresa target. Para muchos este proceso es la clave del negocio, a título de ejemplo, decir que en 2004 las desinversiones supusieron unos 500 millones de euros y ha supuesto un crecimiento de un 46,4% respecto del año 2003.

La desinversión mediante salida a Bolsa supone, sin duda, es la opción que mejor puede facilitar la realización del incremento de valor que la empresa hubiese podido desarrollar. Además, para la entidad de Capital Riesgo es la opción preferente, en tanto en cuanto la entidad se dota inmediatamente de liquidez, facilitando con ello, la salida de los socios.

En este sentido una vez decidida la inversión en la empresa target hay que tener muy en cuenta ciertos aspectos:

En el momento de la Inversión hay que tener en cuenta ciertos aspectos que aportan valor añadido a la inversión: en primer lugar hay que analizar las posibilidades de salida así como la planificación del momento adecuado para la salida al mercado, estructurar el contrato de entrada para facilitar la salida con éxito, determinar formas alternativas de salida y acordar las condiciones con los restantes accionistas, y por último identificar a los posibles compradores para el caso que no se produzca la introducción en el mercado de valores.

En el proceso de desinversión es muy importante seleccionar el mercado de valores idóneo para salir a cotización, planificar la salida al mercado, tomar en consideración ofertas de compra inesperadas.

Si este proceso se desarrolla de forma satisfactoria se generan importantes ventajas, permitiendo el acceso tanto a recursos propios como ajenos, lo que supone que la empresa cotizada experimente un desarrollo sostenido. Además, la salida a bolsa, permite no sólo la emisión de nuevos títulos, sino también la venta de los que ya se hallan en circulación.

Con la puesta en circulación de los títulos, y la entrada de nuevos accionistas, facilita a los originarios desinvertir parte de su capital, dando lugar a una diversificación de los riesgos, pero a su vez les permite, si lo desean, seguir ostentando el control de la sociedad.

Una vez la empresa ha salido a Bolsa y entran nuevos accionistas la Sociedad de Capital Riesgo realiza su desinversión y, por tanto, sale del capital de la empresa.

Las ventajas de la utilización de este método de desinversión son latentes, sin embargo, existen dos motivos que impiden su desarrollo:

– El coste económico y el tiempo de introducción de una empresa a los mercados de valores, añadido a la incertidumbre de la coyuntura bursátil del momento.

– Es necesario que un número elevado de acciones sea puesto en circulación, ya que de lo contrario las transacciones serían muy reducidas e infrecuentes, no existiendo liquidez para el valor.

Por parte del legislador se está promoviendo la utilización de este método y en las últimas reformas acometidas, como en la Ley Financiera, se establece la permisibilidad de las entidades de capital riesgo, para ostentar en su activo, acciones de empresas que no cotizaban en el momento de su adquisición y que posteriormente han pasado a negociarse en alguna Bolsa, como va ser el caso de Ged, en la operación de Corporación Dermoestética, que no va a salir del accionariado.

La Salida a Bolsa de Corporación Dermoestética, mantiene en vilo a un gran número de empresas puesto que se augura que esta operación va a ser la primera de muchas otras, que se encuentran a la espera de los resultados obtenidos por la nueva sociedad cotizada y de su evolución en el parqué para salir al mercado. Desde luego, Corporación Dermoestética, por su trayectoria, tiene todas las de ganar, esperemos que así sea.

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