El e-learning ha abierto las puertas al aprendizaje individual y organizacional. Se presenta como una nueva oportunidad para aquellas personas que, ya sea por situación geográfica, o por imposibilidad de afrontar la inversión, no acudían a las ofertas formativas existentes. El e-learning permite, por primera vez, la facilidad de acercar el conocimiento y la experiencia a un coste limitado.
Así pues, el concepto de e-learning abarca al conjunto de las metodologías y estrategias de aprendizaje que emplean tecnología digital o informática para producir, transmitir, distribuir y organizar conocimiento entre individuos, comunidades y organizaciones. En definitiva, el e-learning es una herramienta puesta a disposición de las Universidades, Empresas y Centros de Formación, diseñada para facilitar a todo tipo de clientes, el estudio y el aprendizaje a través de Internet.
Actualmente, para sobrevivir en la era de la información, las organizaciones deben desarrollar una cultura de aprendizaje apoyada totalmente por la alta dirección, ya que una organización que aprende tiene el poder de transformar, e incluso de crear su propio futuro.
De esta forma, las organizaciones se benefician del e-learning, porque de manera rápida y económica pueden desarrollar contenidos que alcancen virtualmente a todos de forma inmediata, para lograr ventajas competitivas, teniendo a su disposición una herramienta eficaz de enseñanza y siendo totalmente compatible con la jornada laboral. Los interesados centran su actividad en aquello que les es propio y específico: los contenidos docentes y el seguimiento académico. Además, tienen la oportunidad de aprovechar las ventajas que se producen por la acumulación de diversas ofertas de formación complementarias y de alta calidad.
Los alumnos se benefician porque el acceso al conocimiento lo tienen cuando quieran y donde quieran, pudiendo acceder en los tiempos muertos durante el día de trabajo o en el tiempo personal. De esta forma, pueden abrirse camino a nuevas habilidades, crecimiento individual, intelectual y éxito personal sostenido. En definitiva, formación adaptada a sus necesidades.
Las ventajas principales que ofrece la educación virtual son, la reducción de costes para dar cursos a más número de participantes que lo tradicional en un aula de clases, y la flexibilidad de horarios, factor de suma importancia pues permite al estudiante organizarse de la mejor forma posible. Otra ventaja interesante es la interacción generada por los cursos, despiertan el interés del estudiante y ayudan a aquellos menos atrevidos a ser de los más activos en clases a través de foros de discusión y otros medios de participación.
El e-learning supone una variación de los modelos de formación que hemos utilizado hasta ahora, tanto presenciales como a distancia tradicional. Las principales dificultades que suelen encontrarse son de carácter psicológico, y no tanto por la tecnología en sí. Es decir, como toda innovación, el e-learning representa una nueva manera de enfrentarse al aprendizaje y ya sabemos que los cambios nunca son fáciles si no se cuenta con el respaldo suficiente.
Por tanto, no son todo ventajas, ya que en el año 2001 la inversión del conjunto de Pymes, en este tipo de formación, se redujo un 2%. Ante este dato, hay que plantear qué problemas se pueden encontrar. Uno de ellos, es la fuerte inversión inicial que supone la introducción de ésta en un sistema o red informática (que necesariamente debe partir de cierta infraestructura informática), otro, es el público objetivo al que se dirigen estos cursos, ya que debe ser, necesariamente, muy disciplinado para el aprovechamiento adecuado de la formación y, otro, es la pérdida de relación y comunicación interpersonal, existente en los cursos preseniales.
La formación on-line lejos de sustituir a la tradicional, va a suponer un apoyo, un complemento y/o una alternativa según cada caso. Responder a las diferentes necesidades formativas a través de la adecuada combinación de las herramientas tradicionales y el e-learning, es una buena decisión.
La formación virtual va a convertirse en un servicio más para los empleados dentro de las empresas, una formación continua, accesible y cómoda en determinadas materias.
Aumentará la involucración del empleado de forma participativa en la formación, potenciándose los foros de participación, las comunidades virtuales y la realización de casos prácticos que contribuyan a una mejor formación, ofreciendo otros servicios que aumenten las competencias de los trabajadores.
La utilización de nuevas herramientas en línea y a distancia está provocando el paso a una actitud activa de las personas. La formación se pone a disposición de la organización, con total acceso a la misma y pudiendo ser utilizada por todos aquellos que la necesiten. Además, el ritmo de aprendizaje lo marca la persona, y no el grupo, y la acumulación de experiencias y conocimientos se multiplica.
Estamos viviendo el desarrollo de un nuevo estilo de enseñanza que facilitará que un mayor número de personas puedan acceder a la formación. Es importante recalcar la importancia que las herramientas de e-learning tienen para las centros formativos en un entorno donde la competencia se vuelve más globalizada y especializada, ofreciendo mejores alternativas a los usuarios de Internet, que pueden aprovechar estar a la vanguardia en formación. Pero, no debemos olvidar que se presenta como una actividad complementaria a la formación tradicionalmente presencial, por los inconvenientes planteados anteriormente. Con todo esto, en definitiva, la decisión de realizar un curso e-learning es individual, o de la dirección de la empresa, en el caso que se trate de formación para la organización.
Lucía Ballester Cañizares
Responsable de Formación/Proyectos
Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros
lballester@febf.org
