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¿qué ofrecen las nuevas tecnologías al sector bancario?

¿Qué le ofrecen las nuevas tecnologías al sector bancario?

El desarrollo tecnológico de los últimos años ha permitido al sector financiero nuevas oportunidades de negocio y una mayor oferta de productos y servicios de los que aprovecharse. Las nuevas tecnologías han supuesto aumentar el alcance de las entidades ya establecidas, al igual que la creación de otras nuevas que se han especializado en este sector. Así pues, gracias al desarrollo de los canales electrónicos las empresas financieras encuentran múltiples oportunidades en su propio negocio.

En primer lugar, la mejora en la eficiencia de las entidades, al aumentar el uso de los canales electrónicos por parte de los clientes, se consigue un ahorro por su parte debido a la realización de un mayor número de transacciones electrónicas que en las propias oficinas físicas de la entidad. Además de reducir costes, el cliente se beneficia de obtener un servicio más rápido sin tener que esperar colas ni realizar desplazamientos, con la misma calidad.

En segundo lugar, la gestión multicanal del cliente, al tener el cliente más vías para relacionarse con la entidad, puede decidir qué le interesa más en cada momento, es decir, él mismo decide si prefiere realizar la compraventa de valores a través de la banca telefónica o a través de la banca por Internet, o si le interesa más realizar una transferencia a través de la banca electrónica o acudir a su oficina tradicional. La entidad ofrece a su cliente distintas vías operativas, decidiendo éste que tipo de canal quiere utilizar para realizar cada tipo de operación.

Los avances tecnológicos han permitido a las entidades un aumento del conocimiento del cliente. La utilización de la banca electrónica, permite a las empresas financieras conocer las preferencias de cada cliente, debido a que cuentan con sistemas que retienen toda la información que busca el usuario al conectarse con la entidad. De este modo, las entidades van conociendo cada vez mejor al consumidor, y así pueden ofrecerle productos y servicios personalizados que pueden interesarle en cada momento.

Por último, ha permitido el desarrollo del e-commerce, debido a la disminución de los márgenes de la cuenta de resultados, las entidades sienten la necesidad de diversificar su negocio. El comercio electrónico le ofrece una importante oportunidad para ofrecer nuevos productos o servicios desarrollados por ellos mismos o a través de alianzas con empresas de distribución. Además, hay que tener en cuenta la ventaja competitiva que presentan al conocer mejor a sus clientes y poder utilizar esta información para dirigir sus productos no financieros de manera más personalizada.

A pesar del conjunto de indudables ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías, no todo es beneficioso, ya que existen ciertos riesgos que deben asumir las entidades al contar con este nuevo canal de distribución y comunicación.

El primer riesgo que deben tener en cuenta, es el aumento de la competencia en el sector. Internet es un canal directo de fácil acceso tanto para clientes como para entidades, por lo que existirán pocas barreras de entrada para nuevos competidores nacionales, además de convertirse en el canal más accesible para los competidores extranjeros.

Por otra parte, se ha producido un avance del proceso de “desintermediación financiera”. Existe un amplio abanico de portales financieros en Internet que ofrece a los inversores toda la información necesaria para la toma de decisiones financieras, incluso para poder efectuar diversas operaciones, tanto para comparar ofertas, como contratar depósitos o hipotecas. El principal problema de las entidades financieras es que la mayoría de las webs más consultadas no son de las propias instituciones de crédito, por lo tanto, para defenderse de esta amenaza están realizando alianzas con los principales portales financieros para que de este modo tengan un acceso directo con los usuarios y clientes potenciales que utilizan estos portales.

Otro riesgo al que se enfrentan es la mayor reducción de los márgenes debido a la aparición de entidades que actúan sólo a través de Internet, puesto que asumen unos menores costes fijos, y se pueden permitir precios más competitivos en sus productos y servicios ofertados generando de este modo una guerra de precios. Por lo tanto, todas las instituciones de crédito y depósito se ven obligadas a reducir sus precios y en consecuencia sus márgenes. Esto ha supuesto una gran amenaza para las entidades tradicionales al tener que potenciar otras ventajas que no pueden ofrecer las que actúan a través de Internet y, así, fidelizar a sus clientes, como por ejemplo, proporcionándoles una mayor y más cuidada atención.

El último riesgo relevante con el que se encuentran las entidades financieras son los conflictos con los canales tradicionales. Muchas de ellas que han abierto un canal de banca por Internet observan como muchos de sus clientes de la banca tradicional han dejado de utilizar esta vía para empezar a utilizar la banca por Internet. A este fenómeno se le llama “canibalización”, es decir, que ganan clientes por una parte, pero la pierden por la otra. A pesar de ello, las empresas financieras tienen que ofrecer este tipo de servicios a través de la red, ya que sino podrían perder definitivamente a todos aquellos interesados por este tipo de canal.

Por lo tanto, las entidades financieras necesitan realizar fuertes inversiones para ofrecer a sus clientes vías alternativas de distribución, ya que les permite una mejora en la eficiencia productiva así como un mayor conocimiento del consumidor, al igual que mayores posibilidades de diversificar su negocio. Pero, por otra parte, las instituciones de crédito afrontan una importante reducción de sus márgenes al contar con un mayor número de competidores, asimismo proporcionará facilidades al proceso de desintermediación al que estamos asistiendo en los últimos años.

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