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Salvados por la campana

Mucho se está hablando esta semana de los test de estrés bancario. De sí las entidades financieras españolas los han superado con éxito. Del Sistema Financiero Europeo y la próxima supervisión por parte del Banco Central Europeo (BCE) y de la salud del Sistema en general, que parece está mejorando, pero, ¿sabemos qué son los test de estrés? ¿ para qué sirven?.
Tanto el BCE como la Autoridad Bancaria Europea han sometido a las entidades financieras europeas a un doble ejercicio; por una parte han hecho una revisión de la calidad de los activos bancarios que tienen en su balance y por otra, les han sometido a los test de estrés, que no son más que un análisis de la solvencia de las entidades.
Como cualquier empresa, un banco tiene un activo, un pasivo y un capital. Debe mantener un equilibrio financiero para poder obtener la máxima rentabilidad y hacer frente a sus obligaciones de pago futuras. En caso de darse situaciones adversas que generen pérdidas, éstas deben ser cubiertas con capital. Algo que parece obvio, ¿verdad?, pues el desequilibrio que tenían algunos bancos hacía imposible que esta ecuación estuviera en equilibrio.
Con motivo de esta situación, se crearon dos Organismos en España que ayudarían a realizar una restructuración del sector para sanearlo y así cumplir con las condiciones que marca Basilea II: por una parte, el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) y por otra SAREB conocido como Banco Malo (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria). Después de diversas restructuraciones internas a nivel organizativo, de haber mejorado la gestión de riesgos, reforzado su capital y haber sacado de sus balances los llamados activos tóxicos (que no son más que los activos inmobiliarios) las entidades de nuestro país han superado la prueba europea.
El capital de una entidad financiera está formado por: capital social, reservas, beneficios no distribuidos, provisiones y otros instrumentos denominados híbridos, como las preferentes o las subordinadas, entre otras. Este capital se divide en niveles dependiendo de su calidad, siendo el de más calidad el denominado “Tier 1” o “Core Capital”. Se supone que un banco debe tener capital suficiente para absorber un porcentaje determinado de pérdidas en sus operaciones de crédito e inversiones (activo), sin dejar de responder a sus obligaciones con prestamistas y ahorradores depositantes (pasivo).
Los test miden precisamente esto; partiendo de un escenario base en términos económicos y suponiendo una serie de condiciones de crecimiento, desempleo, etc, los test hacen una simulación, planteando escenarios posibles, y analizando qué pasaría con los activos en esas condiciones, cuánto se deterioraran y, si con el capital (TIER 1), la entidad podría asumir las pérdidas producidas en esos escenarios.
Los límites de capital que se han marcado han sido, en el peor escenario posible, un 5,5%, y en un escenario con condiciones más favorables, un 8% de TIER 1. Se han sometido a estos test 15 entidades españolas y todas han superado los límites en ambos escenarios. Liberbank es la única que ha aprobado por los pelos.
Parece que nuestras entidades financieras van por buen camino, han hecho un esfuerzo en el proceso de reestructuración pero aún queda mucho camino por recorrer,y la normalidad ha de volver al sector. Además de una buena gestión, tiene que fluir el crédito hacia las familias y las Pymes. La liquidez es una pieza clave para que el Sistema Financiero vuelva funcionar y cumpla con su función de reasignación eficiente de recursos.

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