¿Titulizar o no Titulizar?

En un momento en el que se habla de mejora generalizada en la economía pero donde el crédito no acaba de fluir en el mercado y las Pymes siguen ahogadas y con poca liquidez, en Europa se vuelve a hablar de Titulizar.

El mercado de titulizaciones tuvo su esplendor desde los años 2002 al 2006. Aunque en España era una fuente de financiación algo desconocida, también experimentó un alto crecimiento principalmente entre las entidades financieros con la Titulización Hipotecaria. Ahora, el BCE está estudiando la posibilidad de generar más liquidez, para que llegue a las Pymes, comprando bonos de Titulización a las entidades financieras, cierto es, que después de la mala fama que se crearon auspiciados por la crisis suprime, quiere darle una vuelta a este instrumento, para que no se vuelvan a cometer errores del pasado.

Pero, ¿qué es una operación de Titulización de Activos? Parece una palabra complicada e incluso difícil de pronunciar, lo cierto es que entraña una complicada estructura y a su vez, puede ser la solución financiera para muchas empresas y entidades. Consiste en la transformación de un conjunto homogéneo de activos, los cuales son cedidos a un vehículo denominado Fondo de Titulización, y gestionados por una Sociedad Gestora, que los convierte en títulos de renta fija, los cuales se venden y son negociados en el mercado organizado de renta fija AIAF. Es decir, se agrupan un conjunto de activos, como por ejemplo préstamos hipotecarios, y se dividen en participaciones (títulos) que se colocarán entre los inversores y se podrán comprar y vender en el mercado.

Los principales objetivos de este tipo de instrumento son:

– Constituir una fuente de financiación que permita obtener liquidez a corto plazo y financiación a largo plazo, sin necesidad de recurrir a los recursos ajenos.
– Mejorar el balance mediante la transformación de activos ilíquidos, obteniendo liquidez inmediata, sin incrementar el endeudamiento.
– Optimizar de la rentabilidad de los recursos propios.
– Externalizar los riesgos crediticios.

Los activos titulizados se sacarán del balance de la empresa o entidad, y por tanto, no existirá ningún riesgo ni se incrementará el endeudamiento. Gracias a esta operación las entidades consiguen optimizar su estructura financiera, liberando recursos propios para poder acometer nuevos proyectos de inversión sin tener que recurrir a un mayor endeudamiento.

La empresa que tituliza, consigue financiación a largo plazo y liquidez a corto plazo sin necesidad de incrementar su endeudamiento, o si es Entidad Financiera, podrá sacar de su balance, una parte de pasivo y convertirla en líquido que podrá volver a prestar, optimizando de esta forma sus recursos y financiando a más empresas. El inversor, que en este caso, sería el BCE, compraría los títulos a las entidades generando liquidez en el sistema y activando el mercado de crédito. Uno de los cambios que se plantea el BCE a la hora de titulizar, es la opción de titulizar créditos de pymes en vez de créditos hipotecarios como se hacía hasta ahora. Aunque históricamente en España, ya se titulizaban créditos de pymes otorgados por el ICO.

No sabemos si el BCE optara finalmente por esta fórmula, pero podría ser una alternativa válida a la escasa circulación de crédito que tenemos actualmente y que por desgracia no está llegando a las Pymes.

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