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Transparencia en la deuda

Diferencial de la deuda española, riesgo país y calificación crediticia de la deuda pública son conceptos que no cesan de aparecer en los últimos meses. Unos vocablos, que aunque no son nuevos, la crisis ha puesto en el punto de mira. Recibidas las noticias relacionadas con estas palabras con cierto temor por los inversores, muchas veces los ciudadanos no terminan de comprender su significado y cómo afectan a la economía real.

Primero de todo hay que saber que la deuda pública es aquella que emite un Estado con el fin de obtener recursos financieros. Consiste en emitir diferentes valores de renta fija que se negociarán en los mercados oficiales. En España, existen tres modalidades (Letras del Tesoro a 12 meses, Bonos a 3-5 años y Obligaciones a largo plazo). La rentabilidad tanto de estos productos como de otros siempre va ligada a un mayor o menor riesgo que dependerá de las características de la propia emisión, de la situación del país y por tanto, será calificada de una u otra forma.

Las encargadas de evaluar y ‘poner nota’ a la deuda de cada país son las agencias de calificación o agencias de ratíng, que en función de unos parámetros, como son el Producto Interior Bruto, déficit público y número de parados, entre otros, valoran la situación del Estado y su deuda. Hoy en día existen tres grandes compañías anglosajonas de calificación de deuda: Fitch, Standard & Poor’s y Moody’s, que suelen otorgar calificaciones equivalentes. Y nadando un poco a contracorriente, Dagong, agencia de calificación china, que está luchando por adquirir una dimensión internacional y cada vez cobra más fuerza.

A mayor calificación crediticia o “riesgo país”, mayor seguridad percibida por el inversor y menor tasa de rentabilidad se exige. Así, si un país tiene que ofrecer una mayor rentabilidad será consecuencia de la seguridad que tienen los inversores sobre la devolución. El hecho de abonar mayores intereses repercutirá en el presupuesto nacional mediante la reducción de inversiones y gastos públicos, o subir impuestos. Por ello, interesa que la calificación crediticia del país sea la mayor posible.

En cuanto al diferencial de la deuda se establece como referencia en los mercados internacionales para observar la divergencia entre los diferentes tipos de interés que rigen en los países. En concreto, en Europa se toma como referencia el Bund alemán (bono a 10 años), ya que Alemania es uno de los países que más garantías genera, llamado ‘motor de la economía’, por lo que la rentabilidad de su deuda se toma como referencia, comparándose el resto de deudas públicas en relación a ella. Cuanto peor calificación tenga un país, mayor será el diferencial de la deuda que emita, incrementándose así la tasa de interés para conseguir que la colocación sea un éxito. No hay que olvidar la relación riesgo rentabilidad, donde a mayor riesgo le corresponde una mayor rentabilidad.

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